Unas 2.000 personas se concentraron el domingo en la Plaza de España de
Villanueva de Córdoba para apoyar a la familia de Miguel Angel Pozuelo, el
joven de 22 años que murió el pasado 1 de abril al caer su vehículo al río
Yeguas, tras hundirse un puente en Fuencaliente (Ciudad Real) sobre la N-420 , que une la provincia
manchega con Los Pedroches. Y también para reclamar que respondan ante los
tribunales los responsables de mantener abierta una carretera que desde hacía
tiempo presentaba desperfectos y en la que ya se había hundido otro puente
similar.
José Luis Romero, tío de Miguel Angel, leyó un manifiesto en
el que exigió que situaciones como ésta nunca más se vuelvan a producir
"por la dejadez, la incompetencia y la ineptitud de algunos de nuestros
políticos".
Añadió que no es comprensible que tantas carreteras,
"que son nuestra principal vía de comunicación y transporte, estén en un
estado tan lamentable" y subrayó que van a hacer todo lo posible para que
la muerte de Miguel Angel y de Emiliano Expósito, un camionero de Malagón
(Ciudad Real) que también murió al caer el puente "no sean en vano",
por lo que anunció que van a luchar para que los responsables paguen por sus
actos y omisiones "con la mayor severidad que permita la ley".
José Luis Romero insistió en que esas muertes se podían
haber evitado porque la carretera no reunía las condiciones aptas para la
circulación y anunció que la familia, con el asesoramiento de sus abogados,
interpondrá una denuncia una vez que recopilen toda la información.
Por su parte, el alcalde de Villanueva de Córdoba, Francisco
Javier Arenas, señaló que el jueves el Pleno del Ayuntamiento aprobó por
unanimidad una moción para demandar al Estado, a la Comunidad Autónoma
de Andalucía y a la
Diputación de Córdoba que revisen sus previsiones
presupuestarias para mantenimiento de carreteras, especialmente en zonas
aisladas como Los Pedroches, para que conserven las carreteras en las
condiciones mínimas de seguridad.
Agradecen las muestras de apoyo
Con una camiseta con la imagen de su hijo, Bartolomé Pozuelo
no pudo terminar las palabras que quería dirigir a las personas que se
habían concentrado en Villanueva de Córdoba. Roto por el dolor, junto a su
esposa Emilia Romero, su otra hija, Gema, y otros familiares y amigos de Miguel
Angel, agradeció el apoyo que están recibiendo de los vecinos de Villanueva y
de otras partes del país. Manifestó que "no vamos a parar" y aunque
hay veces en las que les faltan las fuerzas, "él desde el cielo nos da las
suficientes para que luchemos, para que se haga justicia y para que los puentes
sean arreglados en condiciones y todos los que pasemos por allí, lo hagamos con
la seguridad de que no se vayan a caer". También rogó a los medios de
comunición, a los que agradeció su cobertura, que eviten la exposición de
imágenes en las que aparezca o se deduzca el cuerpo sin vida de su hijo, porque
su hermana las ha llegado a ver y eso le ha supuesto un trauma que ha precisado
de tratamiento médico, concluyó el padre.
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