El Colegio La Inmaculada de
Pozoblanco celebró el pasado viernes la Niña
María , una de las fiestas más especiales que se viven en este
centro educativo ya que participan los alumnos, docentes y familiares.
La mañana comenzó con una procesión que,
puntual, a las 9.30 horas comenzaba con los alumnos más pequeños vestidos de
angelitos y, por supuesto, junto a San Joaquín y Santa Ana iba la
Niña María de carne y hueso. Además, de que
la Imagen
también fue portada a hombros.
Unos minutos de las 10.00 horas se
iniciaba la misa que ofició el párroco y que fue muy participativa e
incluyó los cánticos del coro. Tras la eucaristía, todo el mundo se
trasladó al colegio dónde la fiesta continuó con los juegos en
las diferentes casetas.
Una año más la fiesta ha tenido un
carácter solidario ya que el dinero recaudado en las casetas se destinará al
proyecto misionero Acercando Culturas que impulsa la Congregación de las
Madres Concepcionistas para el curso 2015-2016, con el fin de construir aulas en
la escuela Mwenze Velela del Congo y un patio cubierto en una escuela de
Camerún.
Los orígenes de la fiesta de la
Niña María se sitúan en la escena en la que
la Virgen María
fue llevada al templo a la edad de tres años por sus padres, Joaquín y Ana,
dónde fue instruida respecto a la fe de sus padres. Madre Carmen Sallés acogió la tradición
que se sigue celebrando en todos los colegios que fundó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario