1 de Abril del 2015. Miércoles Santo. A las 23.00 horas -horario que como novedad era quince minutos más tarde del de años anteriores- se abría la puerta de San Gregorio de la parroquia de Santa Catalina. Se reza la primera estación del vía crucis de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Caridad en su Vía Crucis.
Pedro Fernández, capellán y párroco, acompaña el rezo en un recorrido donde el silencio en calles estrechas como Libertad, León Herrero, San Antonio o Demetrio Bautista es total y casi total en otras calles como Plaza de la Constitución o carrera oficial. En esta última, más espectadores que nunca para ver al Cristo Crucificado de Santa Catalina, tantas veces rezado y besados sus pies.
El silencio sólo lo rompen cuatro tambores roncos que van situados en Cruz de Guía y la capilla musical de viento Mater Dolorosa de Pozoblanco delante de la imagen.
Los hermanos de la caridad con su hábito en el que destaca el rosario de madera a modo de cíngulo portan unos faroles que sólo reposan en el suelo cuando hay una parada. La hilera de luz ilumina ténuemente las calles dónde se sitúan los altares para el rezo de las 14 estaciones. Es en esas fachadas donde a lo largo de todo el año unas cerámicas fijan el punto exacto de la oración que acerca aún más a la pasión, muerte y resurrección de Jesús, que en este Miércoles Santo está crucificado.
ESCUCHA LOS SONIDOS DE LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA CARIDAD:
Fotos: peterfont.com
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