De esta manera se completará la limpieza de todas estas instalaciones en la localidad, pues el mayor depósito, de 7’5 millones de litros, ya fue limpiado a principios de mes.
Estas tareas ocupan aproximadamente una semana de trabajo y están incluidas en el Plan de Autocontrol y Gestión del Suministro, en cumplimiento del Real Decreto 140/2003 por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano.
Según Protocolo de Vigilancia Sanitaria esta limpieza de depósitos es cada 2 años.
De esta manera, la compañía optimiza las instalaciones hidráulicas y asegura la calidad del agua almacenada, la cual posteriormente es distribuida a los ciudadanos.
Estos trabajos, en los que se emplean 6 horas diarias a través de 2 trabajadores, se ejecutan en tres fases; en una primera se realiza la limpieza con agua a presión para extraer los sólidos de las paredes y el suelo. Después se revisan y reparan, si es necesario, las válvulas, arquetas, cañerías y otros elementos del depósito, aprovechando que éste se encuentra vacío. Seguidamente se limpia con hipoclorito sódico aplicado mediante máquinas de alta presión que desincrustan y desinfectan las paredes para el control y prevención de la legionella. Finalmente, el vaso se aclara totalmente con agua para eliminar cualquier rastro de producto químico, y se vuelve a llenar procediendo a la comprobación analítica de la calidad del agua antes de restablecer el suministro.
Estas tareas se realizan sin suspender el suministro a ninguna zona de la población, lo que requiere una especial vigilancia por parte de Aqualia de los niveles de los depósitos, que durante esta semana funcionan a la mitad de su capacidad.
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