La tormenta que cayó a primera hora de la mañana del martes sobre Dos Torres no impidió que cientos de jóvenes prepararan a toda velocidad una veintena de alfombras de sal coloreada para que por la tarde pasase por ellas la procesión de San Roque.
Este año el Ayuntamiento decidió que las alfombras se confeccionaran el mismo día de la procesión, en lugar de en la víspera, tras los daños que el año pasado sufrieron en la noche anterior. Pero el día comenzó con lluvia y no pudo ser hasta las once y media, una vez que el suelo se secó, cuando los jóvenes, de unos 10 a 25 años en su mayoría, empezaron a colorear con el tinte los 4.500 kilos de sal.
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