Se llama Ventura Redondo. Tiene once años y participa en el III Campus de Verano de la Piscina Municipal.
El pasado lunes cuando estaba en una actividad acuática de estos campamentos, Ventura vio como un chaval de 7 años estaba medio hundido en la piscina. En un principio creía que estaba buceando. Eso es lo que parecía. Sin embargo vio que le estaban saliendo burbujitas de la nariz y que a su lado estaba el churro flotador, por lo que lo cogió de la mano, lo agarró, lo abrazó, le echó la cabeza para atrás. Enseguida los monitores que estaban cerca y controlando como siempre hacen, fueron a él, sacándolo y reanimándolo. Todo fue cuestión de segundos. Actuaron con una rapidez asombrosa.
El personal del Campus y socorristas actuaron de manera profesional, rápida y muy eficiente. Al chaval lo reanimaron allí mismo. Todo fue muy rápido. Lo que le sucedió al chaval y también la reanimación que le hicieron por parte de los monitores del Club Natación Pozoblanco, quienes recibieron las felicitaciones del personal sanitario que se trasladó allí urgentemente. Fueron segundos en los que se pasó muy mal pero afortunadamente todo salió bien. Juan García Madrid fue el socorrista que realizó la reanimación al niño con el apoyo de sus compañeros.
El chaval que sufrió el percance es de Perú y está de vacaciones en Pozoblanco. Reside habitualmente en Barcelona. Se encuentra en perfecto estado. Se apuntó al Campus para mejorar en natación ya que sabe nadar muy poquito. Es un chaval maravilloso cuenta los monitores, los cuales también agradecen lo que hizo Ventura. Eso sí, este héroe de once años lleva dos noches casi sin pegar ojo. Ventura no olvidará lo que sucedió el 20 de agosto. Gracias a él, socorristas y al Club Natación Pozoblanco todo quedó en un susto.
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