En la madrugada de hoy viernes, uno o varios individuos accedieron a la casa del sacerdote que hay junto a la ermita de San Antonio de Pozoblanco. Fue por la parte trasera, rompiendo las rejas para lo que emplearon un utensilio para ello.
A las 8.00 horas de la mañana cuando una integrante de la junta directiva se dirigió a la ermita para abrirla a unos albañiles, que iban a realizar unos trabajos, fue cuando descubrieron los destrozos.
En la casa, además, aparecieron rotos la persiana, unos marcos de aluminio y los postigos de madera. Posteriormente, una escalera fue el objeto empleado para acceder por la ventana, rompiendo una vidriera.
El panorama que encontraron en el interior del templo las primeras personas que acudieron fue desolador con los cepos de hierros rotos, con un velario también reventado y con los armarios abiertos y todo revuelto.
Ningún vecino de las inmediaciones escucho ningún ruido, tal y como explicaron a los agentes de la Policía Local que acudieron al lugar. Después, también lo hicieron efectivos de la Guardia Civil. El párroco de Santa Catalina, José María González, de quien depende la ermita, también era informado a primera hora de lo ocurrido.
Integrantes de la Cofradía de San Antonio estuvieron evaluando los daños y recogiendo todo lo que había sido revuelto. Parece que ha sido muy escaso el dinero que faltaba.
Precisamente, ante la Benemérita ha sido interpuesta una denuncia.
El modus operandi es parecido al robo que hace una semana se producía en la parroquia de San Bartolomé, aunque en aquella ocasión la persona o personas que entraron lo hicieron a través de una rampa del campanario.
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