El equipo Botijos, de Lucena, ha ganado las VI Olimpiadas Rurales de Los Pedroches, celebradas en Añora, al obtener 519 puntos. El premio está dotado con 1.000 euros, una estancia en dos casas rurales de Añora durante un fin de semana y el trofeo del gran adoquín.
En segundo lugar ha quedado Fábrica Noriega -de Añora y Dos Torres- (497 puntos) y obtienen 500 euros, la estancia en dos casas rurales y el trofeo adoquín. Terceros han sido Gatelvos -de Añora- (488 puntos) y ganan 400 euros, la estancia de un fin de semana en el albergue municipal y el trofeo adoquín.
En cuarto lugar han quedado 18 Principales (470 puntos) y se llevan 200 euros y en quinto lugar se han clasificado Endeká (461 puntos) que han ganado 170 euros. El resto de equipos han obtenido 120 euros del premio a la participación.
En esta edición se han galardonado a Jonathan Lagoa Taveira por ser el participante más joven (equipo Cendales), a Isidora Madrid Merchán por ser la participante de mayor edad (equipoMadriles) y a Ana Skorobo Gatova (equipo Der Gachi) por ser la participante llegada desde más lejos, en concentro de Siberia (Rusia).
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Añora ha puesto de moda los juegos antiguos y en la sexta edición de las Olimpiadas Rurales de Los Pedroches se han batido todos los récords en equipos, en atletas participantes y en público asistente. Nada más y nada menos que 900 participantes, unos 100 más que la pasada edición, y que formando 44 equipos --procedentes de Los Pedroches, pero también de Madrid, Valencia, Jaén, Sevilla, Ciudad Real, Granada o Córdoba (Lucena y Montilla)-- han acudido este fin de semana a Añora movidos por la buena organización y el carácter acogedor de los noriegos. 13 equipos se quedaron fuera este año ante el aluvión de inscripciones.
La gala inaugural, el
viernes por la noche, reunió a varios miles de personas en el recinto ferial
para presenciar la presentación de los equipos, el saludo a través de un vídeo
de Iker Casillas y la espectacular ceremonia de encendido de la llama olímpica,
en la que un grupo de siluetas humanas iluminadas escenificaron las 16 pruebas
olímpicas que desde el viernes y hasta el domingo se han jugado.
Tras el salto a piola, el garrote y la cucaña del viernes, la jornada del sábado se inició muy temprano con el denominado desayuno del atleta en la Virgen de la Peña. Un desayuno fuerte, con ibéricos incluidos, ante el día que aguardaba por delante y que comenzó con el cambio de cromos, a lo que siguieron las pruebas de los mizos, las tiraeras, el lanzamiento de adoquín y la carrera de sacos. Por la tarde fue el turno de los zancos, las carreras de cintas, el salto a la comba, la carretilla y la sillita de la reina.
El alcalde de Añora, Bartolomé Madrid, destacó que los juegos se realizan en distintos espacios del municipio como la plaza de toros, el parque periurbano, el polígono El Cajilón, el campo de fútbol o la Plaza España, y siempre con los valores de la amistad, la convivencia, la superación y la diversión como lemas fundamentales. E, incluso, el amor podría decirse, pues dos participantes de un equipo que se conocieron en las Olimpiadas el año pasado han anunciado que se van a casar.
El alcalde ha destacado que en los equipos se logra la mezcla de generaciones con personas de distintas edades, y ha mostrado su orgullo por recuperar estos juegos tradicionales que, sin las Olimpiadas, estarían en desuso o se habrían perdido. El Ayuntamiento cuenta con un gran equipo de voluntarios que se encarga de ser los jueces de las pruebas, mantener informados a los participantes y tener todos los recintos a punto. Se podían distinguir por sus camisetas rojas, frente a las de cada equipo que tiene un color o una combinación de ellos diferente.
Ya el domingo se jugó al pingané, la soga y al transporte de cántaros con la cabeza, antes de la
entrega de premios.
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