Entre otras cosas se puede leer que "el Ayuntamiento otorga licencias de forma arbitraria: lo que uno vale, al otro no", también que "la policía municipal paga con nosotros sus problemas con la Alcaldía dedicándose a asustarnos y descuidando sus otras ocupaciones" y que "El Ayuntamiento va a convertir Pozoblanco en el pueblo más cutre de la provincia".
El malestar del sector de la hostelería es importante porque no existe ninguna flexibilidad y la policía local aplica a rajatabla la Ordenanza que obliga a cerrar las terrazas a la 1.00 de la madrugada de domingo a jueves y a las 2.00 viernes y sábado, siendo más restrictiva que la propia normativa autonómica.
Mientras tanto las multas siguen llegando a los propietarios de los bares. El procedimiento de la policía municipal es tomar nota de si se rebasa la hora y en caso afirmativo al día siguiente notifica la sanción por escrito sin especificar la cuantía de la multa.
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