El día de la matanza de Alcaracejos revive las tradiciones del pasado

Los vecinos de Alcaracejos escenificaron el domingo una matanza al estilo tradicional de Los Pedroches. En un día soleado, al calor de las candelas, fue despiezado un cerdo ibérico de bellota de 15 arrobas que llegó ya sacrificado y se fueron explicando a las cientos de personas que acudieron todas las piezas del cochino que se extraían, confirmando que del cerdo se aprovechan hasta los andares.

Mientras los hombres se encargaron del despiece y de guisar los torreznos que ofrecían a los asistentes, la mujeres fueron lavando las tripas con agua, sal y vinagre, aviaron la carne e hicieron los embutidos. Así Obdulia Romero explicaba que para la morcilla de sangre se emplea la sangre del animal y los gordos se aliñan con yerbabuena, perejil, pimienta, arroz y ajo. "Se escama con una cocción lenta hasta que pinchando con un alfiler deja de salir sangre", decía. Luego está riquísima "en las lentejas, las habichuelas, frita con tomate o calentada en el mismo microondas".

La morcilla del año, el salchichón y el chorizo con la carne bien amasada y embuchada también se mostraron en una jornada en la que las matanceras se vistieron "de antiguo" con refajo, mandil, toquilla de lana "de nuestras madres o prestadas por las suegras". La música de Alcaria, los bailes de los grupos San Rafael y Los Jarales, las visitas al museo de la matanza y la degustación de 600 raciones de cocido y migas fueron otros alicientes.