La asociación Piedra y Cal ha celebrado este domingo un acto reivindicativo en la fuente de La Guizuela. Jesús Javier Redondo, secretario de la asociación, ha leído un manifiesto en el que ha pedido al Ayuntamiento de Pozoblanco la conservación de fuentes públicas, situadas en el extrarradio de la ciudad, y que se encuentran en un total estado de abandono. Es el caso de La Guizuela, el Pilar Nuevo y El Algarrobillo, patrimonio cultural y arquitectónico de gran valor, que datan del siglo XIX. Una protección que podría consistir en la rehabilitación, puesta en valor o creación de perímetros de zonas verdes a su alrededor.
Además, Piedra y Cal ha instado al Ayuntamiento a habilitar una vía verde a lo largo de la antigua vía del tren, propiedad municipal, con lo que se podría habilitar un recorrido desde El Torilejo, la ermita de San Antonio, las distintas casetas del tren que aún siguen en pie y enlazarla con la Cañada Real que Añora también está poniendo en valor.
Como ya en su día hiciera con la antigua caseta del tren (Recordar AQUÍ) que hay a la salida de la carretera de Pedroche, Piedra y Cal ha tenido que realizar un acto público de estas características de nuevo, hoy con chocolatada incluida, para llamar la atención de los políticos locales ante la desidia habitual a la hora de proteger el patrimonio. Junto a las instituciones, Piedra y Cal también quiere concienciar a los ciudadanos acerca del valor de estos espacios que tanto supusieron para Pozoblanco en su pasado.
Desde Cope Pozoblanco nos sumamos a la reivindicación de la asociación Piedra y Cal.
La fuente de La Guizuela situada en el antiguo camino de Añora, a dos kilómetros de Pozoblanco, cuenta con las inscripciones de 1800 y 1896 en los fronteros de sus maneros. Era muy conocida por disponer del agua más fina, cristalina y saludable de la población. Y hasta se refleja en el cancionero popular.
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