Lunes Santo. 10 de abril del 2017 empezando a caer la tarde en la ermita de San Gregorio y con los rayos del sol iluminando toda la recién remozada glorieta, a las ocho en punto se abría el portón y salía la Cruz de Guía.
Con el gran acompañamiento musical de la Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva, de Ciudad Real, para el Cristo del Silencio, y de la centenaria en este año Banda Santa Cecilia de Pedroche, para la Virgen de la Salud, comenzaba la estación de penitencia mientras el entorno de San Gregorio aparecía a rebosar de personas que querían ser testigos de ese reencuentro de las Imágenes con su barrio. Las cuadrillas de costaleros y costaleras se ponían en marcha tras la complicada salida por la pequeña puerta del templo, que obliga a la retirada de las Tres Potencias del Cristo y de la Corona de la Virgen y que se sigue con mucha atención por todas las personas allí congregadas.
La tarde y la noche espléndidas con una temperatura que no bajaba de los 18 grados mientras la comitiva procesional discurría por la Carrera Oficial.
Muchos nazarenos y la simpática guardería de peques que no faltó este año. También el paso por Santa Catalina y la oración en la ermita de Jesús de la Columna.
Y por supuesto el paso por Hilario Ángel Calero y la cita con las escaleras del Risquillo, junto a la recuperación de la subida por Doctor Rodríguez Blanco, tras las obras del año pasado.
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