La tarde noche del Martes Santo, 11 de abril del 2017, como los días anteriores, también agradable de temperatura, animaba a vivir la Semana Santa desde el instante mismo de la salida a la calle de la Hermandad Servita y la de Jesús Nazareno, por eso desde rato antes del inicio de la estación de penitencia de la primera ya se iban agolpando personas en las inmediaciones de la puerta de la parroquia de Santa Catalina.
Al mismo tiempo, muchas personas iban cogiendo sitio para contemplar en a pocos metros la salida de Jesús Nazareno, pese a que quedaba más de una hora para la apertura de la puerta de la Capilla del Santo Hospital.
En la parroquia la Hermandad Servita salía puntual a la calle por la puerta del Santísimo y con la capilla Mater Dolorosa en Cruz de Guía.
Amplio cortejo de nazarenas con la corona dolorosa en la mano y de nazarenos de sarga negra y antifaz de un metro de altura sobre la cabeza.
Las hermandas más peques también tuvieron su sitio. Tras el paso, dirigido por José Torrico y llevado a ruedas por empujaores, la Banda de Música Santa Cecilia de Pedroche.
Golpe en la puerta de madera de la Capilla para la apertura de la puerta del Santo Hospital. Pocos instantes después de las 21.15 horas comenzaban a desfilar los nazarenos morados con cíngulo de esparto.
Este año acompañaron la estación de penitencia varios hermanos de la Hermandad de Jesús Nazareno de Córdoba.
La salida de los hermanos de luz, el cortejo mostró, entre otros enseres, el relicario del Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina que es una pieza de metal cincelado y chapado en plata de ley en cuya base se ha incrustado el escudo en plata de la Hermandad. Está compuesta por una cruz de madera de cedro y la citada base de metal. En el centro de la cruz, con un nimbo dorado, se ha depositado la reliquia del Beato Cristóbal.
También estreno de los nuevos casquillos o terminales de la Cruz del Señor, piezas que como el relicario han sido realizadas en los talleres sevillanos de Orfebrería Jesús Domínguez.
Antes del regreso a la Capilla, el paso por Santa Catalina con una oración para Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores, y ya la entrada en el Santo Hospital se facilitó con el vallado del tramo desde la parroquia.
La música la puso la Banda de Cornetas y Tambores Jesús del Gran Poder de Coria del Río.
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