El autor, o al menos uno de los autores,
del robo de algunas de las joyas que llevaba puestas la Virgen de Luna en el
altar de la parroquia de San Miguel Arcángel de Villanueva de Córdoba se ha
arrepentido de su acción y ha acudido al párroco, Juan Vicente Ruiz, para
confesar los hechos e incluso devolverle una cruz que le fue sustraída a la
patrona.
El párroco ha solicitado
públicamente que no le hagan preguntas sobre lo ocurrido porque el
reconocimiento del robo se ha producido bajo secreto de confesión. Ruiz se
ampara en el canon 983 del Código de Derecho Canónico que señala que le está
terminantemente prohibido al confesor descubrir al penitente por ningún motivo
bajo pena de excomunión.
El presidente de la Cofradía
de la Virgen de Luna, Pedro Cañuelo, ha confirmado que la cruz ha sido
entregada al párroco bajo secreto de confesión y que otras joyas de menor
tamaño "como unas cadenitas y medallas" han sido devueltas dentro de
un sobre que se depositó en el buzón que Cáritas tiene en la parroquia para
recibir donativos.
No obstante, aún no se ha
devuelto un cordón de oro de gran valor económico, que la imagen tenía en su
saya y de la que colgaba la cruz que sí ha sido entregada al párroco. Pedro
Cañuelo ha señalado que la devolución de los objetos robados "es una grata
noticia y supone un alivio para la cofradía ya que además del valor económico
tienen un gran valor sentimental pues se trata de joyas regaladas a la Virgen
por los devotos".
Además, ha añadido que espera
"que la persona o personas que han cometido la torpeza de robar las joyas
devuelvan también el cordón de oro que falta". En este sentido, ha
manifestado que "la cofradía está dispuesta a aportar una suma de dinero
al autor del robo si demuestra que lo cometió porque está padeciendo una
necesidad económica".
El mayordomo descubrió el
pasado sábado 3 de agosto, cuando se disponía a cambiar el vestuario de la
Virgen de Luna, que le faltaban parte de las joyas que llevaba puestas en su
saya y cogidas con alfileres e inmediatamente puso los hechos en conocimiento
de la Guardia Civil que continúa con la investigación abierta.
El robo se produjo entre el
jueves 1 y el viernes 2 de agosto según se pudo acotar temporalmente gracias al
testimonio de varias mujeres y hasta se solicitó la colaboración de personas
que hicieran fotos durante esos días.
El valor económico de las
joyas robadas fue cuantificado por la Cofradía en unos 18.000 euros. Pedro
Cañuelo ha anunciado que tras los hechos ocurridos la parroquia abre ahora un
poco después y cierra también unos minutos antes y ha apuntado que van a ser
colocadas cámaras de seguridad. Asimismo, han decidido que la Virgen no lleve
objetos de valor durante su estancia en la iglesia salvo excepciones, como ocurrió este jueves 15 de agosto, cuando la imagen participó en una procesión
extraordinaria, junto a otras imágenes marianas, debido a la celebración del
Año de la Fe.
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