Los hermanos Cepas García-Galiano, tanto Andrés como María José (en la imagen superior), han anunciado que seguirán buscando con la misma intensidad a su hermano Juan Ignacio Cepas García-Galiano que sospechan fue robado al nacer el 19 de diciembre de 1985 en el Hospital General de Córdoba.
Han asegurado que los cuatro años que llevan buscando a su hermano se están convirtiendo en algo "muy duro y escabroso" pero no decaerán en el intento de encontrarlo.
Este mes, el juez del juzgado de instrucción número 4 de Córdoba, que lleva el caso, ha levantado parcialmente el secreto sumarial pero los hermanos se sienten defraudados.
El laboratorio acreditado y certificado Neodiagnóstica, por encargo de la familia, realizó las pruebas de ADN en los restos enterrados, supuestamente de su hermano, en el cementerio San Rafael de Córdoba y comprobó que los restos eran de una niña y que por tanto nada tenían que ver ni con su madre ni con su hermano.
En declaraciones a COPE Pozoblanco, María José Cepas, ha señalado que una forense de Sevilla ha emitido un informe de toxicología pero no ha sacado ADN. En este sentido, ha explicado que "Toxicología pertenece al Gobierno y va a ser muy dífícil que diga que esos restos no son de mi hermano porque eso sería reconocer que ha habido bebés robados en España". En cuanto a la certeza de que los restos del cementerio eran los de su hermano supuestamente muerto al nacer y que no ha habido confusión de los restos, ha recordado que la empresa Cecosam les comunicó la obligación de renovar la sepultura el 5 de julio del 2013 y dejó constancia y certeza de la situación exacta de la misma con el número y la ubicación precisa en el cementerio de Córdoba, siendo entonces cuando decidieron exhumar los restos, aunque tuvieran que sumir los gastos.
El bebé presuntamente robado era el hermano gemelo de Andrés por eso la familia no ha parado en este tiempo de distribuir fotos de Andrés porque Juan Ignacio debe tener un físico idéntico.
Los hermanos tuvieron que acudir a la Fiscalía General del Estado para que se abriera el caso en el juzgado de Córdoba. Después de que en el legajo de aborto no aparezca la causa de la muerte, ni hay un certificado realizado por el ginecólogo, han comprobado, con desánimo, que el juez no ha llamado a nadie a declarar, ni siquiera al ginecólogo.
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