Salida extraordinaria de la Virgen de Luna por la misa jubilar en la que participaron doce pueblos (Reportaje)

martes, 15 de noviembre de 20160 comentarios


Cientos de personas del arciprestazgo de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, que abarca también a las localidades de Alcaracejos, Añora, Azuel, Cardeña, Conquista, Dos Torres, El Guijo, Pedroche, Torrecampo y Villanueva del Duque participaron el pasado domingo en una misa jubilar como culminación del Año Santo de la Misericordia, una semana antes de que el Papa lo clausure.

La cita fue en el santuario de la Virgen de Luna al tratarse de una imagen ante la que este año se podía ganar el jubileo según determinó el Obispo. Fue una jornada que pasará a la historia por cuanto acudían a la ermita de la Jara fieles de las 16 parroquias existentes en esos diez pueblos de Los Pedroches y por el hecho de que la Virgen de Luna fue procesionada alrededor de su santuario en una época nada habitual como es el mes de noviembre. En el siguiente vídeo puedes ver imágenes de la procesión.





En el patio del recinto el vicario de la sierra, Jesús María Perea, acompañado de siete sacerdotes, entre ellos el arcipreste, José María González, presidió la eucaristía que fue cantada por la coral San Miguel de Villanueva de Córdoba y en la que la colecta fue destinada a la casa de acogida de la Diócesis que da cobijo a transeúntes, emigrantes y personas sin hogar. El vicario envió a los asistentes un mensaje del Obispo, Demetrio Fernández, que a esa misma hora presidía la misa en la Catedral, en el que felicitó a los sacerdotes del arciprestazgo por la iniciativa y trasladó un saludo a todas las personas congregadas.

Entre los detalles de la jornada destacó que la procesión y la misa fueron encabezadas por los máximos representantes de las cofradías de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba que tienen a la Virgen de Luna como patrona; el capitán Juan García, de Pozoblanco, y el presidente, Pedro Cañuelo, de Villanueva de Córdoba, respectivamente.

También la Virgen, portada a hombros por devotos de ambos pueblos en las andas de Villanueva, vestía con prendas de las dos localidades y así el manto, de color azul con bordados dorados, era de Villanueva de Córdoba y la saya de Pozoblanco o las coronas de Villanueva y el cetro de Pozoblanco. El canto de la Salve antes de que la Virgen volviera de nuevo a su altar de la ermita fue el colofón. El tiempo acompañó por lo que algunas personas prolongaron después su estancia en el santuario de la Jara y tras la misa almorzaron buscando el cobijo y la sombra de alguna encina.A continuación puedes ver un reportaje fotográfico.








  












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